Vengo a hablaros del romanticismo, del de verdad. Olvidad
los corazones, los te quieros y los ramos de rosas. Olvidadlo todo. El
romanticismo es otra cosa. Y el amor también.
¿Alguna vez os han susurrado las ganas que tienen de verte a
solas cuando estabais en una biblioteca? O... ¿os han hecho salir de casa a las
tres de la mañana cuando ya estabais metidos en la cama? Y lo habéis hecho con
ganas, y no os invitaban a una cena, os invitaban a pasar frío y, a lo mejor -
nadie lo aseguraba -, a un beso o dos. Y no era San Valentín, ¿verdad?
El romanticismo es saber que no necesitas para nada una
cena, un ramo de rosas o un te quiero para saber que te quieren. Ser romántico
es hacer todas esas cosas que siempre has dicho que nunca harías. Incluso ser
romántico es beberte un zumo de naranja cuando lo aborreces sólo porque te lo
ha servido él o ella.
Hay muchas formas de tener un amor de película sin
protagonizar ninguna. Hay muchas formas de hacer regalos sin hablar de
materialismo. Hay muchas formas de decir te quiero, sin decirlo. Hay muchos
días para decir te quiero, sin decirlo. Pero eso sí, si no entendéis
absolutamente nada de lo que he dicho quedaos con vuestro 14 de Febrero, vuestros
ramos de rosas y vuestros te quieros, regalad peluches y chocolate, salid a
cenar. Yo me quedo con mis bombones que, por cierto, los como casi todos los
días y los compro yo, no espero a que me los regalen.
El amor es esto:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/ggP5YDziMSY
14 de febrero, el día que te hacen sentir mal si no te acuerdas de tu pareja, el día que te obligan a mostrar tus sentimientos, el día que te obligan a comprar algo a alguien que quieres, el día que te obligan a mostrar cariño.
ResponderEliminarEl día que obligan a amar...
Como si ya nos hubieramos recuperado de la cuesta de enero...
ResponderEliminar